La tradición japonesa le da un significado mucho más profundo y significativo que el que se le da en la cultura occidental, puesto que cada amigurumi posee alma propia, por lo que cada figurita tejida con esta técnica no se reduce a ser un simple objeto decorativo o juguetito sino que llega a ser una especie de amuleto personal que nos devuelve un poco ese espíritu de niño que todos llevamos dentro, haciéndonos sonreír y sentir un poco de felicidad en momentos más bajos.
Con las manos, un ganchillo, hilos y lanas y algo de paciencia se pueden hacer muchas cosas.
Quien tiene un Gurumi, tiene un Amigu
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